PIDO PERDON AL PERU
“Se puede engañar a una parte de la gente todo el tiempo, a toda la gente parte del tiempo, pero nunca a toda la gente todo el tiempo.”
Abraham Lincoln
Entrevista (Real) a Pilar Nores de García
Por : Chichi Sumalabia, de El MAÑANERO, en Manchay
En larga entrevista, la ex-primera dama de la Nación y todavía esposa de “Patadita” revela, en exclusiva: “Mi marido patea con las dos piernas.”
CH.SU: Muchas gracias por concedernos la entrevista.
P.N: Las gracias las doy yo a vos, una nunca sabe, cómo es la vida, el mundo da vueltas y yo no pensé jamás que te iba a necesitar, y ya me ves aquí, pidiéndote ayuda en este trance tan triste. Vos sabés que el monstruo de mi marido, no sabes cuán arrepentida estoy y cuántos años me ha costado abrir los ojos, por eso mismo quiero pedir perdón al Perú, sí, a las mujeres y madres sufridas del Perú, las del vaso de leche, las que nos acompañaban con Jorge del Castillo en los pueblos jóvenes, esas mujeres de mis descamisados, quiero pedirles perdón de rodillas, porque yo fui quién permitió que Alan escapara de la justicia, yo lo ayudé a escapar por los techos y las alcantarillas, esa huída que se ha convertido ya en leyenda, y a través de esa fuga Alan pudo escapar por un pelo de la implacable persecución del Fujimori ése, del asiático ése al que le dimos la victoria, pero yo cómo me arrepiento, Chichi, vos debés comprenderme. Vos sós mujer, sólo una mujer puede comprender mi angustia en estos momentos, porque en don de profecía yo ya estoy viendo el hambre, la miseria y el latrocinio que viene con el próximo gobierno, porque lo que Alan quiere es sólo vengarse de todos los que lo vilipendiaron en estos últimos años y aplastarlos como a viles cucarachas. Y a mí me duele saber, cómo explicarte, me duele en el alma, en la médula de mi corazón, haber acompañado a semejante monstruo, al [… pasaje incomprensible… ] en persona, y lo que yo quiero más que nada, es que vós me ayudés a que la gente comprenda…
CH.S : Sí, claro, te vamos a ayudar, pero explícate. Tú siempre has sido el modelo de la Anti-Evita, toda sumisa, toda en segunda y tercera fila, obedeciendo, ejecutando, viviendo en función de tu marido, y ahora, ¿de la noche a la mañana se te ocurre dejarlo?
P.N.: No es de la noche a la mañana. ¿Es que vos no comprendés? Yo me arrepiento de haber gastado mi existencia al servicio de ese monstruo, de un vendedor de mentiras, en cuerpo y alma fui de él. Por eso yo digo: soy una mujer peruana, soy como las mujeres de las villas miseria y del vaso de leche, soy una de ustedes…
CH.S. Este abandono podría ser interpretado como un ardid melodramático, algo así como para subirle la popularidad en segunda vuelta, una maniobra para que el electorado se identifique con él, pobrecito, lo han abandonado, la víctima, el pobrecito.
P.N. Aquí quién es la entrevistada, vos o yo? ¿Es que vos no comprendés ? ¿Es que vos no comprendés? He sido una boluda todos estos años, y no quería darme cuenta, que es lo peor. Comparto con ello el destino de miles de mujeres del Perú y de Suramérica, engañadas, estafadas, porque este hombre lo que ha hecho es robarme la existencia, comprendés, mujer? Hubiera preferido al gordo Porcel…
CH.S.: Sí, pero no todo es malo, allí tienes a tus hijas y a tu hijo, que deben llenarte de orgullo, ¿no crees?
P.N. Pues no lo hacen, la verdad es que no lo hacen porque en ellos vive la vera imagen de su progenitor, de la progenie de sus antepasados, del zanganismo. Eso es lo que más me desespera, que yo he ayudado con mi amor y con mi entrega a multiplicar el mal, a que cundan las tinieblas, la estirpe de los haraganes, que es legión por estos lares ...
CH.S.: Oye, Pilarita, no se vayan a resentir tus hijos, no exageres.
P.N: Lo siento mucho en el alma, pero así es. Yo soy una mujer secuestrada por los planes megalómanos de Alan García Pérez. Ese sujeto, ese hombre que tú ves ahí, ese hombre es un inmundicia, es un dechado de inmoralidad y desparpajo. Es el representante del latino caradura, del hombre pingaloca que te engaña con tres y vive un matrimonio de fachada contigo y después exige como un patriarca total obediencia y sumisión, veneración, de los hijos. “Yo te di el ser, carajo”, así le dijo a una de mis hijas cuando se le trato de sublevar. Es un caradura, y por eso yo no me explico verdaderamente cómo ha podido cosechar tanto voto. Yo siempre confiaba y confiaba, cuando hace meses iba bajo por las encuestas, que no pasaría, pero no, vos ves que fue creciendo con el paso de los días. Y yo me atrevo a suponer que fueron hombres los que votaron por mi marido, porque sólo entre semejantes hay química, porque ellos se identifican con la cafichez y la pendejada de Alan.
CH.S. ¿Estás insinuando que el 25% de los electores, casi la mitad de los hombres del Perú, son todos unos caraduras?
P.N. : No sólo eso. Lo digo, lo expreso. Es la única explicación, ellos ven en Alan su modelo, su ídolo, pero el ídolo se les va a acabar cuando sepan que además de todo, mi marido es más loca que una cabra, mejor dicho, es bisexual, la mera encarnación del demonio. Por eso es que le tiene tanta hambre y tirria a los cabros, el pobre de Baily, por ejemplo, que se vaya pronto y que durante el gobierno ni se asome por el Perú porque Alan seguro le mete el comando Rodrigo Franco encima, familia y todo. La que me da pena después de todo es su madre, que es una dama, al padre por mí que se lo levanten, a ver si se le acaba el machismo y la matonería.
CH.S.: ¿Comando Rodrigo Franco? Tenía entendido que ese comando fue desconstituido.
P.N. No, Chichi, el Apra nunca muere. Ellos han estado allí siempre, como Sendero Luminoso, en estado de aletargamiento, pero están listos a reinstalar su régimen fascista. Con eso no te digo que Humala sea mejor que el APRA, pero ahora les toca a los peruanos elegir entre el diablo y satanás. Por eso lo que yo voy a solicitar al gobierno de la Argentina es que dé facilidades de inmigrar a los peruanos, que son tan trabajadores, tan recios para sufrir y rendir, esa mano de obra hay que aprovecharla, sufre, peruano, sufre, mis descamisados, llorad conmigo. Porque lo triste del Perú es que al final se va a tener que quedar quien no se pueda ir, y eso es triste, ¿no? Me pone triste porque me hace acordar la situación de la Argentina en los setenta, un callejón sin salida, y así está el Perú ahora, y yo pienso, todo por mi culpa, yo tengo la culpa, debí dejar que lo atraparan en vez de entretenerlos a los polis que vinieron a recogerlo esa vez.
CH.S. Cuéntanos, ¿cómo los detuviste? Era un manchón.
P.N. Prefiero no entrar en detalles. Lo único que puedo decir es que actué con convicción y segura de que todos tenemos que poner una cuota de sacrificio. Después de todo, no la pasamos tan mal durante su primer gobierno. Y yo creía que de alguna manera tenía que pagar por eso.
CH.S. Te refieres a ustedes, ustedes fueron los que no la pasaron tan mal.
P.N. Sí, sí, tenés razón. Pido perdón a mis descamisados, ya sé a qué te estás refiriendo, pero ya ves que ahora estoy pagando caro por todo. En ese entonces yo creía en el socialismo, y yo creí que Alan eran el paladín del socialismo, yo en él vi a un Perón, a un Kennedy, me enamoré de él porque se parecía a mi padre, o al hombre que me hubiera gustado que fuera mi padre, todo idealista, todo mandón, todo jefazo, pero ya ves que no, en vez de ser el adalid del viejo socialismo, lo fue más bien del vandalismo. Noches enteras no he podido dormir por los cargos de conciencia, todo este martirio sólo lo he compartido una vez bajo confesión. Pero YA no me importa que se sepa, si supieras la cantidad de dólares que se fue depositando en mi cuenta en Bahamas, yo no sabía, o mejor dicho, no quería darme cuenta. De todo el negocio de los dólares MUC a mí me cayó un porcentajito, pensé al principio, un inocente porcentajito, total, pero al final se acumularon sumas. Pero hoy, yo siempre con la frente en alto. Si me preguntan: ¿tú has robado? Yo digo, con el dolor de mi alma, sí, he robado, lo siento mucho. Pero lo que no puedo comprender es la psicología y mentalidad de Alan, que le preguntan: ¿tú has robado? Y él dice, no, como si nada. ¿Tú eres loco? No, como si nada. ¿Tienes delirios de grandeza? No. ¿Tú fuiste el montalbán del Patriarca? No. Pero no es cierto. Y lo dice todo así sin que le parpadeen los ojos. Pinocho por lo menos se arrepentía cuando le empezaba a crecer la nariz, pero este mariconazo, nada, firme en la mentira hasta el final. Cuando muera o lo maten de una vez por todas a ese desgraciado, debiera estar un epitafio: EL MENTIROSO DE LA NACION. Hay que meterlo en el Guiness, es de película, creo que debió mejor ser actor, hubiera arrasado más que Antonio Banderas, le hubieran salido los papeles de lo más natural. Yo creo que el Perú entero se tiene que preguntar seriamente por qué una gran parte de la población puede identificarse llanamente con la mentira. Que hayan votado por Ollanta, se entiende quizás, la ignorancia, la frustración, los odios y rencores que viven escondidos en los corazones de muchos peruanos. Pero que hayan votado por un notorio h…. y cabrazo encima, no lo puedo comprender.
CH.S. Es algo serio lo que tú estás afirmando. A ti te consta?
P.N. Mira, primero pensé que mi marido era ninfómano, vos sabés, él veía una modelo o una belleza peregrina, una chica de aldea, así fuera menor de 15 años. Y les decía a sus hombres: ésa. Y sus hombres se la traían. “Aquí tiene el culito, Sr. Presidente.” Humillante, en verdad. Y antidemocrático, tiránico, inhumano, pero a eso están acostumbrados los peruanos. Los congresistas mantienen burdeles enteros, siempre ha sido así. La verdad es que mi marido al tan denostado Toledo no le llega ni a los tobillos, y esto que Toledo con todo es bien bajo. Yo se lo digo porque en Palacio de Gobierno había una alcoba a la que yo, como Primera Dama, no tenía acceso. Era su cuarto privado de recreación. Allí se almorzó a toda una retahíla de muchachas, luego las despedía así con un sobre conteniendo mil dólares y chau. Primero me molesté con él, y él siempre me lo desmintió con su cara de decir la verdad, y yo le creía. Pero hay fotos, hay toda una serie de pruebas dentro del Partido.
CH.S. ¿Y por qué no las sacan? Esa sería la oportunidad para que entren nuevos cuadros, gente joven, la JAP.
P.N. La JAP no funciona, son todos unos carneros. ¿Vós que creés cómo funciona el partido? ¿Vos te habés preguntado por qué no lo sacaron a Alan de la candidatura cuando el porcentaje estaba bien bajo? ¿Fue porque no tuvieron cojones, o por qué fue? En el Partido, todos se saben las de todos. Todos guardan pruebas contra todos, y Alan, me lo dijo una noche que estaba bien coqueadazo, y se había cruzado porque se le dio coquearse cuando estaba con su cura de litio, y me dijo: estos idiotas, de todos tengo un acta. Hay dentro del Partido un grupo de compañeros, fieles a Alan, que guardan pruebas no de quién robó y quién no robó durante el primer gobierno, cagate de risa, sino de cuánto robó. Es decir, con todo, Alan los tiene a todos en sus manos. Por eso le tienen tanto miedo, pero en realidad son lo que se dice unos carneros. El día que cante Alan, allí se cae medio Perú, así de tan podrido está, Ejército incluido. Ni el Cardenal se salva, otra loca perdida.
CH.S. ¿Estás afirmando que Alan García se coquea?
P.N.: Sí, el boludo de Alan es adicto consumidor de cocaína desde la Constituyente. Pero eso no es una acusación. Es una verdad que la lleva en el pelo y en las uñas. Pero aquí sí quisiera defenderlo, en aras de la verdad, a pesar de que no lo merece: el político que esté libre de polvo y paja, que le tire la primera piedra. Vas a ver que nadie va a exigir nada, porque todos tienen el seso quemado y la ñata medio rota de tanto tiro, de tanto ponerse durazos.
CH.S. Cuéntanos algo del exilio.
P.S. ¿Qué te voy a contar? Cuando estuvimos en París, Alan no sólo extrañaba sus escapaditas y el servicial apego de los empleados en la casa, mismo Perú, sino su dulce coquita. Una noche en París le tuvo que mendigar a un díler un paco por algo así aproximadamente 20 dólares, y regresó bien alterado. “A mí, a mí, al rey de la coca, al verdadero Padrino.” Sí, pensar que el Perú medio que le perteneció, lo hizo volver, a pesar de todos los riesgos. Por eso, por su nostalgia de la coca, tuvimos que volver. Fue la primera vez que tuve ganas de sublevarme contra su tiranía, pero no lo hice por amor a mis hijos, que desgraciadamente también son sus hijos.
CH.S. Yo creo que el hecho de que tu marido sea un embustero o se coquee no puede afectarle demasiado en la popularidad. Esas cosas a los peruanos les da igual. Pero lo que tú dices, que Alan sea maricón, eso si sepultaría al Apra para siempre.
P.S. Ojalá Dios te oyera y acabase ese mal de ratas de una vez por todas. Pero no será así, por desgracia. El APRA es como el SIDA, un virus que muta y luego mata. Y una vez que te dio, ni aunque te corten la pichula, con perdón. Pero ojo, que yo no he dicho que mi marido sea homosexual, que bien tiene pruebas de que puede procrear, lo que digo es que él patea con las dos piernas.
CH.S. ¿Y desde cuándo lo sabes ?
P.S. Una vez que estuve en Palacio fui a buscarlo, y como no estaba en su despacho – casi nunca atendía su despacho - me dirigí al Cuarto Secreto, y allí lo vi desde el ojo de la cerradura, con un tipo pelado, que después supe era Luis Alva Castro. Eso fue en 1985 todavía. Lo que te digo, me da una vergüenza tremenda, es que Alan en vez de supositorios lo que se suele meter a veces es pastillas de jabón. De eso hay que comprar docenas. En la casa él es el que se termina con los jabones. Yo he pensado que debe tener su explicación froiliana (?), como que si quisiera limpiarse interiormente toda la mugre que es.
CH.S. ¿Tienes pruebas de lo que estás afirmando?
P.S. Que diga a la opinión pública bajo juramento que no le gusta hacer favores a los hombres, ni que le gusta que se los hagan. Que diga que nunca lo ha hecho. Su vida está basada en una mentira, en una fachada, en una mentira vital. El y su partido lo único que quieren es llegar al poder para repartirse el pastel, el trabajo de los peruanos en los últimos años. Por mí, que siendo argentina me siento bien peruana, que se quede gobernando Toledo, porque ahora sí te digo, con toda su chatez y torpeza, se le va a extrañar. Alan todo lo que dice, no le creas. Si dice que no va a estatizar la banca, es porque lo piensa hacer. Lo único que es cierto en todos sus discurseos, es que va a reducir el servicio de la deuda externa. Pero no para ahorrar, sino para comer. El sabe que una nación halla su expresión en la forma en que se manejan sus relaciones internacionales, y por eso va a torpedear por allí al Perú.
CH.S. Así como lo describes, Alan es enemigo público número uno.
P.N. No, es el enemigo público número dos. El enemigo público número uno es la misma burguesía peruana, la pituquería limeña, que mejor ya se vayan olvidando de su rico cebichito, sus ricas playas bikini, sus clubes, su pisco sour, su papa rellena y sus empleadas baratas, toda esa estabilidad que trajo Toledo, pues se va al tacho. La rica vida se acabó, las épocas feudales terminaron. Y sólo por una razón: por su superficialidad, por su incapacidad de comprometerse en un proyecto nacional, por su falta de visión. La gente dice que Lourdes es de derecha. Mentira, es la única política correcta. Pero lo que la jode a Lourdes es su gente, la clase que se considera alta. Porque el pueblo, el descamisado, el misio, el achorado, el chichesco del Agustino, por quien vota no es por una persona, sino contra las injusticias que se le han propinado, contra el desprecio, contra el abandono, contra el racismo, contra la exclusión social. Ya era hora que una mujer gobierne el Perú, la patria del machismo, pero como te digo, a Lourdes la jodió Miraflores. Y ahora empiezan a temblar todos, y con justa razón. Con Alan o con Humala, se revitaliza Sendero…
CH.S. O sea, tú hubieras apoyado a Lourdes.
P.N. En nuestra familia, sólo dos votaron por Alan. Hasta Jorge del Castillo creo que ha votado por Lourdes, esa alma de Dios que es Jorge, el Apra no lo merece. Pero estos años han sido desconcertantes, todo ha pasado tan rápido. Y lo único malo de Toledo es que no ha mirado mucho al pasado, no ha hecho investigar corrupción ni apro-fujimontesinismo, en parte para no perjudicar a gente amiga dentro de la judíada, que siempre hace plata, los judíos por plata se casan con todos. Si hubieran hecho limpieza, una purga legal con todas las de la ley, tanto Alan como el loco de Humala hubieran sido desechados. Pero no se hizo. Y por esa omisión el pueblo va a pagar lo que se dice los platos rotos.
CH.S. A pesar de ese déficit que mencionas, ¿cómo ves la gestión del Cholo?
P.N. Mirá, el Perú ha crecido económicamente. Mejor dicho, sus gastos crecen, la movilidad aumenta y la circulación de bienes y servicios está tomando impulsos importantes. Pero esto no es síntoma ni garantía de permanencia. Es más, puede ser un efecto inflado y de bonanza ficticia, porque los peruanos deben saber que un crecimiento al ritmo promedio de la economía mundial, no es suficiente. El caso de la Argentina ha mostrado que la economía de un país puede ser juzgada según el flujo de capitales, pero la bonanza económica va más allá de una serie de transacciones realizadas por un club excluyente. La bonanza implica la capacidad real de los ciudadanos de un país de realizar un gasto, concretar una inversión, iniciar un proyecto, ahorrar. Dicho de otra manera: el Perú estaría en buen camino si el espíritu emprendedor se multiplicara en optimismo a lo largo de todos los distintos estratos de la sociedad. Si no emprendemos, nos quedamos. Pero tú ves que esa situación es inflada, porque la gente ahora tiene miedo. Una bonanza real implica confianza, pero ahora la gente tiene miedo.
CH.S. Pero eso es aplicar el liberalismo económico.
P.N. Pero mujer, vos sós lenta? Esta quedadez es lo que nos frena. Es urgente, en medio de este desconcierto, fortalecernos, porque sólo así fortaleceremos al Perú, y en medio de esa fuerza podremos sustentar el orden legal, crear una sociedad abierta, suprimir los conciliábulos y las mafias, los contrabandos, los negociados, los monopolios, los clubes, los tejemanejes en puertos y aeropuertos y en fronteras. Fortalecer al Perú significa construir, capacitar, ayudar, implementar, arriesgar, sembrar. Pero eso ni el Apra ni nadie lo piensa hacer. Tanto para el uno como para el otro se trata de debilitar las instituciones para debilitar la democracia, para poder dominar mejor a la gente, para controlarlo todo en régimen búfalo-fascista. Es lo mismo que pasa desde la Colonia. El Perú no es un república, sino un estado plenamente colonial. Es colonia del capital y de los socios del capital.
CH. S. Es probable que el gobierno de la Chacana, a pesar de su carácter circense, haya tomado ciertas decisiones enrumbadoras.
P.N. Puede ser, pero más allá del gobierno de turno, cuya presencia es circunstancial y muchas veces perniciosa, lo que requiere el Perú para progresar es un cambio radical de mentalidad, un alejamiento del provincialismo suficientista, y el abandono del pensamiento paternalista, tan difundido entre nos, para darte un ejemplo: el descamisado, el compañero, es paternalista: espera que los otros le hagan, que le ayuden, que le financien. No pues. Es necesario comprender que estamos obligados a tener éxito para poder sobrevivir – pero para tener éxito sobre todo es importante querer tenerlo. No sabemos crearnos ambiciones y nuestra economía marcha a la deriva internacionalmente, cuando bien debemos aspirar a crecer no sólo 3 o 4% anualmente, sino 10, 15, 20% ¿Por qué no? Estamos mentalizados dogmáticamente en una resignación pura que nos enseña que el Perú siempre será un país pobre, que nunca vamos a pagar las deudas que los ricos y las malas administraciones han hecho. Quienes saben hacer negocios, saben de la gran potencialidad del Perú, si no, ya se habrían marchado hace tiempo. Y ese know-how empresarial no es asunto de academias de administración, porque el problema no es que nos falten administradores, sino que nos faltan empresarios, es decir: gente con empuje, con voluntad de ensuciarse las manos y de sudar la camisa, de crear algo nuevo verdaderamente, de dar chamba a una o dos familias. El Perú no necesita gente que se conforma con administrar lo del patrón con tal de disponer de automóvil, secretaria, escritorio y vacaciones; el Perú necesita gentes con voluntad de ser propietarios, pero no a costa del trabajo ajeno, de la herencia de la esposa o de la tajada envenenada de los chinos, sino a fuerza de ser ellos mismos y de firmar con su nombre a mucha honra, con el brillo de la mirada proba y el orgullo de tener la chompa limpia.
CH.S. Pero por ejemplo Alan no tiene la chompa limpia.
P.N. En cosas de honradez, Alan no tiene chompa. Pero sin exagerar, si empezáramos a contar las fortunas del Perú, que no son muchas, e iluminamos los tejemanejes, las telas de araña y las cosas nuestras, uy, qué saldría allí.
CH.S. Podemos interpretar tus declaraciones como tu emancipación política del Apra ?
P.N. Yo siempre he sido emancipada. Lo que pasa que como te dije he sido una boluda, jugando a ser la típica madre suramericana, entregada, ternurienta, full cariño, lo que se dice coj….. No, éso se acabó. Hay que tomarse un ejemplo de las madres coraje del Perú.
CH.S. Si te proyectaras políticamente, cuál sería tu mensaje?
Eso ya es pensar en la ternera sin tener la vaca, como dice el gaucho. Yo creo que hay que darnos cuenta que las naciones o estratos sociales que se conforman meramente con sobrevivir están desprotegidas y expuestas al exterminio, condenadas a aportar mano de obra baratísima, que nadie aprecia, o que en todo caso queda siempre de lado al competir con profesionales o trabajadores calificados. Pero no es la calificación el problema de la economía del Perú, ya que en efecto, el nivel de subempleo de profesionales es alarmante. Los que pueden, se marchan; los que se resignan, se echan al abandono y rumian su frustración y se emborrachan - y financian de paso la buena vida de la gerencia de la BACKUS. Esto nos indica que el problema es estructural, no personal. Los gobiernos no posibilitan sino obstruyen. Es decir: los gobiernos que no crean alternativas de progreso a su población, que no crean posibilidades justas, destruyen la base de la supervivencia nacional. Los fracasos del actual gobierno se deben a una cosa: que hay más aficionados que profesionales en las posiciones de mando, y ello es un escándalo absoluto: en el fútbol no vas a meter a un club de tercera a jugar en primera división, no? Pues, es lo contrario en política. Esta situación es lo que nos distingue de los países que están en marcha de progreso. Tenemos ingenieros y catedráticos que hacen taxi, y taxistas encargados de construir puentes fantasmas. En un ambiente de administración chicha, en semejante Babel y tan divertida Gomorra, ni diez Kuchinsquis podrían salvar al Perú.
CH.S. Eso me hace acordar al discurso de Vargas Llosa en su campaña el 90. Simpatizas con el neoliberalismo?
P.N. Mirá, qué bueno que me lo preguntás, porque me sirve para aclararte una cosa. Precisamente ésa es la tara mental de los peruanos: que cuando se habla de progreso, de mercado, de orden legal y de una apertura de la sociedad, se piensa automáticamente: ah, liberalismo, o neoliberalismo económico. Mira, soy suficientemente inteligente y he acompañado muchos años a un demagogo profesional para no notar la diferencia. De eso viven los políticos. De la categorización derecha, izquierda, adelante, detrás, un dos tres.
CH. S. Y qué piensas de la globalización ?
P.N. Mirá, es necesario comprender sin lamentaciones que la globalización actual es puro darwinismo, y que la divisa de la política internacional es: intégrate o muere. En realidad, no importa qué gobierno esté a la cabeza del Estado porque una nación laboriosa es capaz de desarmar los esfuerzos desmanteladores de cualquier gobierno inepto, sea éste populista, entreguista, traficante, hambreador, monopolizante o contrabandista. Ya te he dicho que el gobierno es una circunstancia. Lo esencial es el pueblo, su capacidad y su talento, sus ganas de vivir, de triunfar y de ser felices. Pero existe en la estructura mental y mediática del peruano una especie de fatalismo político, una depresión estructural, una sensación de haber perdido, de no poderle ganar nunca al Brasil o a la Argentina. Es decir, los peruanos pisan el campo de la historia universal con ánimo de victimados, con ímpetu de perdedores, de estafados, de esquilmados, de ignorantes, de pobrecitos y con justicia son victimados, pierden, les estafan y les esquilman. Mentalmente, el peruano programa el éxito – o el fracaso. Lo que hace sentir su falta en el Perú es la columna vertebral de toda nación: la voluntad, el coraje y el sacrificio verdadero. Lo que sí sobra es el deseo de gastar, la voluntad de descanso, la comodidad, la búsqueda de prebendas, el escamoteo, en resolución: el dinero fácil y la vaguería. El mecanismo mental es sencillo e infantil prepubertario: gozar de derechos y de privilegios sin percibir los deberes que éstos implican. En otras palabras: mediocridad, zanganismo, pasarse la vida en jatoloco.
CH.S. Es una fuerte crítica a la mentalidad peruana lo que estás haciendo. En qué basas esa crítica ?
P.N. Mira, Perú no es un país sin recursos. Es un país sin ambiciones y sin inteligencia difundida. Lo deplorable es que esa actitud, el tesón de la pura inteligencia creadora, es la excepción. No es que los peruanos sean intelectualmente tontos, sino que la capacidad constructiva y el ingenio generador han sido ahogados por una educación teórica, frontal y directiva. Los profesores en el Perú dictan clase. Es decir : dictan, el alumno reproduce, se le pone una mordaza desde que entra al colegio. No se educa a los chicos al esfuerzo de pensar y repensar, y allí se pierden altas oportunidades. Tú crees que si hubiera habido una educación liberadora, un despertar del espíritu crítico y de los talentos de los chicos, tú crees que tantos jóvenes habrían votado por Alan?
CH.S. No, creo que no.
P.N. La pregunta era más bien retórica, pero no importa. Para volver al tema, lo grave es que no hay espíritus libres donde debiera haberlos: entre los políticos, entre los militares, en las fuerzas del orden, en nuestros estudiantes y maestros. La inteligencia brilla más con sombra maquiavélica, en la argucia, en la patraña, en la intriga, en la estafa, en el despilfarro, en el enriquecimiento ilícito y en la deshonrosa pendejada. Por eso Perú no tiene crédito en el extranjero. Y cuanto más cerca, mayor el descrédito. Por eso este país, merecedor de gente de honra, tiene que mendigar internacionalmente la confianza. Y de ello nadie se puede sustraer: Nosotros hemos hecho de este país infinito una nación de parias.
CH.S. ¿Te ves como ministra de educación?
P.N. No, porque los ministerios los impone el Ejecutivo. Mis ambiciones no son políticas. Yo sólo quiero que los peruanos se dén cuenta de que están jugando irresponsablemente a destruir un país, a ver qué sale, sin plan ni guía. Cuando se nos da por el proteccionismo, favorecemos el compadrazgo; cuando se nos da por el liberalismo, lo aplicamos a medias: liberalismo para los otros, pero para nosotros, el pastel. Ante nuestras medias tintas, nuestros potenciales socios están frente a la alternativa de despreciar tanta mañosería, o de seguir el juego y ganarnos la partida con nuestras propias armas: aquí hasta los gringos se acriollan. Así marchamos, un paso adelante, dos para atrás. Tenemos muchas leyes, un cuerpo legal muy amplio. Tenemos muchos abogados, demasiados Vallerriestras, tantos, que se supondría somos La Meca de la legalidad y la justicia. Pero precisamente, no hay justicia, sólo cárceles para los que roban un pan, pero no para los que roban millones.
CH.S. ¿A qué se debe ese desfase?
P.N. Desgraciadamente no hay una comprensión pública de la justicia y tampoco existe la intención de alcanzarla. Nos distraemos etiquetando la justicia, devaluándola: justicia social, étnica, de género. No. La justicia es algo grande, que se construye con mucho esfuerzo, con voluntad de sacrificio, con la inteligencia puesta en proteger y amar la vida siempre. La ley, hija de la justicia, ha sido en el Perú importada de Francia o de otros lados. Es decir, no ha nacido en medio de nosotros, y por eso no hay la voluntad de considerarla como lo que es. Eso, sumado al racismo y al aislamiento de casta, empeora las cosas, crea odios…
CH.S. Tu discurso es muy fuerte, muy destructivo. ¿Qué propondrías concretamente?
P.N. El presente nos muestra en el escenario político lo que fue la escuela en el pasado. Los que gobiernan en la actualidad nuestro país han experimentado la escuela como institución opresora, culpabilizadora, tenebrosa. Los que a pesar de la inquisición crecieron como espíritus libres, los que se salvaron de aquellas hecatombes escolares, lo hicieron porque tuvieron la compañía inteligente y amorosa de sus padres, o por pura fortaleza moral. Pero los que tuvieron la mala suerte de tener padres A3 (es decir autoritarios, acomplejados y abusivos) asumieron ese modelo y hoy andan sueltos con sus resentimientos, con sus odios, con sus venganzas oprimidas, con sus verdades que se tornan en mentiras y mentiras que se tornan en verdades. Gentes infelices como Alan y la turbamulta aprista nos ha legado la vieja escuela, y esta gente es la que se encarga de difundir esa amargura, el espíritu de la resignación, el alma del oprimido, de la víctima, del que es esclavo de sus impulsos venales. Esas gentes infelices son las que van a emitir su voto, pero que no creen en la democracia porque saben que el cura y el tombo tienen palo o que el director es un tirano, por eso van a votar con el hígado y sale verde. Esas son las personas que aprovechan cualquier ocasión para hacerle sentir al débil su debilidad, y para lisonjear al fuerte o al exitoso, a ver si caen unas rebanaditas. En suma, la escuela vieja ha generado espíritus autoritarios, egoístas, sumamente volubles y altamente susceptibles.
CH.S. Pero los peruanos no son eso que tú dices, la sensibilidad peruana es famosa. Alli tenemos a Vallejo…
P.N. No, lo que tenemos es una generación de sentimentales arraigados, pero sentimentales sin sensibilidad : capaces de llorar ante un vals y de decir pobrecito yo, víctima del mundo, todos están confabulados contra mí. Capaces de autocompasión y de pensamientos románticos y de cantar la flor de la canela, pero incapaces de percibir las necesidades del otro, incapaces de sentir la mínima consideración ni respeto por el otro. El sentimental es un narciso, un egoísta que sólo ve el mundo desde su perspectiva. La escuela ha hecho añicos muchas cosas, pero por suerte la escuela no lo es todo. La formación personal, la búsqueda de la verdad y de lo mejor, son guías indiscutiblemente presentes en cada ser humano y en ellas debemos poner nuestra confianza. Es decir : actuar, pero no por nuestros impulsos, no por nuestros resentimientos, no por nuestros prejuicios, tampoco por nuestra ignorancia. Por eso creo que la labor de la escuela moderna es en alto grado terapéutico. Necesitamos profesores que sean psicólogos.
CH.S. Está probado que un gran porcentaje de los electores nuevos ha votado por Alan, incluso de los sectores de alta extracción social. ¿A qué se debe eso ?
P.N. Si me lo preguntás así de sopetón, es pues por brutos. Pero esa juventud privilegiada, que se da el lujo de jugar con el fuego y de danzar sobre el volcán, es la minoría. Pero la mayoría, la juventud peruana vive en una ambivalencia dialéctica. Por un lado, vive llena de preocupaciones, sedienta de futuro. Por otro lado, tiende a la despreocupación, a ver qué viene el día de mañana, a creer que aprobando las cosas a medias hay garantía de éxito. Y eso lo tiene de la escuela. La escuela imparte asignaturas, pero ignora que su labor consiste en formar gentes, en entusiasmarlas, en hacerlas capaces de hacer cosas. Los chicos no son tontos. Son una tabla rasa, son dóciles y van a la escuela con ganas de aprender. Y cuando el maestro o la maestra los fascina, aprenden como esponjas absorbiendo el agua. La curiosidad natural de los niños es el capital real de toda nación. No explotarlo es enterrar la mina más importante en su territorio. Los chicos no son tontos. Son atontados. Oprimidos por profesores sabelotodos y controladores, gobernados por sujetos asfixiantes. Y dice el maestro : hoy tengo que dictar clases, o ayer dicté clases. Chicos que son reducidos a labores receptivas serán de adultos ovejas. No sólo ovejas : ovejas fáciles de trasquilar. Chicos que copian lo que el profesor dicta, serán incapaces de ejercer la democracia. Porque si el profesor lo sabe todo, ¿para qué aprender por cuenta propia? Si el político gobierna, ¿para qué cuestionar y preocuparse? Es así como vuelvo al punto de partida: la juventud es lo más sano que tiene la nación. Lo que la corrompe es la escuela. Porque la familia forma la mentalidad de los niños, y en su defecto (es decir en el mayor de los casos), la escuela.
CH. S. Entonces criticas labores como las del SUTEP ?
P.N. Creo que dos cosas merecen más atención por parte de las autoridades ministeriales que las planillas: el carácter ideológico y el perfil psicológico de los profesores. Porque la educación de un niño no se le puede encargar a cualquiera. Si fuera así, mejor sería dejar al chico a la aventura de la calle, de alguna manera sobrevivirá. No. El Estado peruano no es vigilante de su profesorado. No basta con mirar las calificaciones – que pueden ser fraguadas en Azángaro. Hay que preguntar y evaluar como un gerente: ¿En qué cree esa gente? ¿Es gente creadora, optimista, amante de la vida? ¿O son tipos amargados, pesimistas, opresores? ¿Es gente feliz o son pedófilos? Y sobre todo el Estado tiene que saber como cosa averiguada qué convicciones motivan al candidato a solicitar una plaza de profesor: ¿quiere perfilarse, poder manejar a jóvenes, inculcarles su nueva religión o su doctrina de odio? Por eso, porque el profesorado peruano es poco profesionalizado, porque nadie quiere ir a la Sierra, por eso tuvo y tiene tanto éxito Sendero Luminoso. Están infiltrados en todas partes. Algo sí ha crecido en el gobierno de Toledo : la delincuencia común y la insurgencia terrorista.
CH.S. Pero eso significaría controlar más.
Ese control ejercido por el Estado es una decisión de inteligencia que emana de su responsabilidad por las generaciones más jóvenes. No se puede encargar a cualquiera la dirección de un grupo de alumnos, mucho menos la dirección de un colegio. Acá no se trata de controlar y vigilar las actividades de los ciudadanos. Acá se trata de que el Estado peruano evalúe concienzudamente si no hay en su estructura elementos que trabajan en aras de la desintegración nacional, o que predican el odio y la muerte. Creo que lo que debemos darle a la generación más joven es la posibilidad de ser feliz, o de ser más felices que nosotros – o que sean menos boludos y acojudados, que no tengan prejuicios como nosotros. Que vivan en un ambiente de paz y de respeto mutuo, que puedan perseguir sus ideales, concretar sus proyectos, gozar de los frutos de su trabajo. Tenemos que saber que lo merecen y ser generosos con ellos, y no vivir con la mirada torva, envidiándoles la juventud y las oportunidades. La generación mayor tiene que aprender a soltar a los muchachos y dejarlos seguir su camino, porque hace mal y es destructivo darles como herencia el pesimismo, el odio, las dudas. Mejor no dejarles nada. Los peruanos tienen que allanar el rumbo de las generaciones siguientes, y no sembrar con piedras su camino.
CH.S. Pero ése es un deber de la familia, no de la política.
P.N. La escuela inapelable es la familia. Porque el amor nace de la familia y la familia nace del amor y sin él muere. En la familia encuentran los pequeños el modelo de conducta y de vida que los acompañará siempre, por eso puedo decir que por culpa de mi marido, mi familia es un desastre. Sin modelo – o lo que es peor, con un modelo dudoso -, la desorientación y el derrotismo están programados. Un padre que golpea u ofende a sus hijos ignora la profundidad del daño que causa, la inseguridad que desencadena, sin hablar del resentimiento y la bravuconería que genera. Este es uno de los mayores problemas del Perú, porque la violencia paternal imposibilita, deja lisiados mentales y convence a los muchachos de que no valen nada. Porque ser padre no significa engendrar hijos o diseminar su sangre siguiendo un instinto conejil. Ser padre va más allá de heredar los rasgos o legar bienes y acciones. Ser padre es ser modelo, transportar un ideal de vida, comunicar una tradición, inculcar principios de conducta, de verdad y de justicia. Quien no aprende fair.play con su padre, no lo aprende nunca.
CH.S. Entonces hay que construir más escuelas ?
P.N. El problema no se soluciona únicamente construyendo más escuelas. Hay que partir de la política familiar. Hay que someter el sistema educativo a una auditoría estructural, y el Estado debe estar dispuesto a reconocer los méritos de su profesorado y retribuirlo justamente. He tratado de esbozar con claridad la importancia vital de la educación y de la familia en la constitución de personalidades autónomas, que son la base del progreso de una nación. Si la política peruana no asume su responsabilidad en esta materia, es improbable que la próxima generación sea capaz de manejar el país. En su lugar, lo harán los verdaderamente capaces.
CH.S. Uno de los problemas de todo gobierno es el déficit fiscal. Si hay que atender a los frentes internos, en educación y seguridad ciudadana, por ejemplo, el problema es de dónde se sacan los fondos.
P.N. El APRA no va a pagar el servicio de la deuda externa. Alan lo dice como in chiquillo malcriado, y eso les gusta a los peruanos, sufre peruano sufre, pero esos fondos no se van a ir a financiar programas sociales ni a reactivar la agricultura, ni a financiar nuevas formas de energía – por ejemplo los desiertos de la costa son amplia reserva energética -, no, se van a ir en alimentar un aparato partidario. Todas las omisiones de la burguesía peruana en los últimos quince años – desde 1990 -, vuelven como un bumerán, y les devuelve el viejo problema, empaquetadito, de Alan García. La clase alta en Sudamérica se ha dejado aislar demasiado de la realidad. Su ceguera, su indiferente prepotencia, su desvinculación con la sociedad que dice administrar, todo eso recae sobre ella misma. Por eso la gente aceptará cualquier fanatismo radical, cualquier promesa demagógica. Viven en el infierno y el purgatorio sería, para ellos, el más utópico de los paraísos. Esa es mi explicación de los resultados electorales.
CH.S. ¿Ollanta o Alan?
P.N. En primer lugar, el pueblo debe exigir qué aclaren quiénes los financian, respectivamente. Para mí, voto en blanco y que se convoque a nuevas elecciones. Si uno de los dos gana, el Perú ya fue.
“Se puede engañar a una parte de la gente todo el tiempo, a toda la gente parte del tiempo, pero nunca a toda la gente todo el tiempo.”
Abraham Lincoln
Entrevista (Real) a Pilar Nores de García
Por : Chichi Sumalabia, de El MAÑANERO, en Manchay
En larga entrevista, la ex-primera dama de la Nación y todavía esposa de “Patadita” revela, en exclusiva: “Mi marido patea con las dos piernas.”
CH.SU: Muchas gracias por concedernos la entrevista.
P.N: Las gracias las doy yo a vos, una nunca sabe, cómo es la vida, el mundo da vueltas y yo no pensé jamás que te iba a necesitar, y ya me ves aquí, pidiéndote ayuda en este trance tan triste. Vos sabés que el monstruo de mi marido, no sabes cuán arrepentida estoy y cuántos años me ha costado abrir los ojos, por eso mismo quiero pedir perdón al Perú, sí, a las mujeres y madres sufridas del Perú, las del vaso de leche, las que nos acompañaban con Jorge del Castillo en los pueblos jóvenes, esas mujeres de mis descamisados, quiero pedirles perdón de rodillas, porque yo fui quién permitió que Alan escapara de la justicia, yo lo ayudé a escapar por los techos y las alcantarillas, esa huída que se ha convertido ya en leyenda, y a través de esa fuga Alan pudo escapar por un pelo de la implacable persecución del Fujimori ése, del asiático ése al que le dimos la victoria, pero yo cómo me arrepiento, Chichi, vos debés comprenderme. Vos sós mujer, sólo una mujer puede comprender mi angustia en estos momentos, porque en don de profecía yo ya estoy viendo el hambre, la miseria y el latrocinio que viene con el próximo gobierno, porque lo que Alan quiere es sólo vengarse de todos los que lo vilipendiaron en estos últimos años y aplastarlos como a viles cucarachas. Y a mí me duele saber, cómo explicarte, me duele en el alma, en la médula de mi corazón, haber acompañado a semejante monstruo, al [… pasaje incomprensible… ] en persona, y lo que yo quiero más que nada, es que vós me ayudés a que la gente comprenda…
CH.S : Sí, claro, te vamos a ayudar, pero explícate. Tú siempre has sido el modelo de la Anti-Evita, toda sumisa, toda en segunda y tercera fila, obedeciendo, ejecutando, viviendo en función de tu marido, y ahora, ¿de la noche a la mañana se te ocurre dejarlo?
P.N.: No es de la noche a la mañana. ¿Es que vos no comprendés? Yo me arrepiento de haber gastado mi existencia al servicio de ese monstruo, de un vendedor de mentiras, en cuerpo y alma fui de él. Por eso yo digo: soy una mujer peruana, soy como las mujeres de las villas miseria y del vaso de leche, soy una de ustedes…
CH.S. Este abandono podría ser interpretado como un ardid melodramático, algo así como para subirle la popularidad en segunda vuelta, una maniobra para que el electorado se identifique con él, pobrecito, lo han abandonado, la víctima, el pobrecito.
P.N. Aquí quién es la entrevistada, vos o yo? ¿Es que vos no comprendés ? ¿Es que vos no comprendés? He sido una boluda todos estos años, y no quería darme cuenta, que es lo peor. Comparto con ello el destino de miles de mujeres del Perú y de Suramérica, engañadas, estafadas, porque este hombre lo que ha hecho es robarme la existencia, comprendés, mujer? Hubiera preferido al gordo Porcel…
CH.S.: Sí, pero no todo es malo, allí tienes a tus hijas y a tu hijo, que deben llenarte de orgullo, ¿no crees?
P.N. Pues no lo hacen, la verdad es que no lo hacen porque en ellos vive la vera imagen de su progenitor, de la progenie de sus antepasados, del zanganismo. Eso es lo que más me desespera, que yo he ayudado con mi amor y con mi entrega a multiplicar el mal, a que cundan las tinieblas, la estirpe de los haraganes, que es legión por estos lares ...
CH.S.: Oye, Pilarita, no se vayan a resentir tus hijos, no exageres.
P.N: Lo siento mucho en el alma, pero así es. Yo soy una mujer secuestrada por los planes megalómanos de Alan García Pérez. Ese sujeto, ese hombre que tú ves ahí, ese hombre es un inmundicia, es un dechado de inmoralidad y desparpajo. Es el representante del latino caradura, del hombre pingaloca que te engaña con tres y vive un matrimonio de fachada contigo y después exige como un patriarca total obediencia y sumisión, veneración, de los hijos. “Yo te di el ser, carajo”, así le dijo a una de mis hijas cuando se le trato de sublevar. Es un caradura, y por eso yo no me explico verdaderamente cómo ha podido cosechar tanto voto. Yo siempre confiaba y confiaba, cuando hace meses iba bajo por las encuestas, que no pasaría, pero no, vos ves que fue creciendo con el paso de los días. Y yo me atrevo a suponer que fueron hombres los que votaron por mi marido, porque sólo entre semejantes hay química, porque ellos se identifican con la cafichez y la pendejada de Alan.
CH.S. ¿Estás insinuando que el 25% de los electores, casi la mitad de los hombres del Perú, son todos unos caraduras?
P.N. : No sólo eso. Lo digo, lo expreso. Es la única explicación, ellos ven en Alan su modelo, su ídolo, pero el ídolo se les va a acabar cuando sepan que además de todo, mi marido es más loca que una cabra, mejor dicho, es bisexual, la mera encarnación del demonio. Por eso es que le tiene tanta hambre y tirria a los cabros, el pobre de Baily, por ejemplo, que se vaya pronto y que durante el gobierno ni se asome por el Perú porque Alan seguro le mete el comando Rodrigo Franco encima, familia y todo. La que me da pena después de todo es su madre, que es una dama, al padre por mí que se lo levanten, a ver si se le acaba el machismo y la matonería.
CH.S.: ¿Comando Rodrigo Franco? Tenía entendido que ese comando fue desconstituido.
P.N. No, Chichi, el Apra nunca muere. Ellos han estado allí siempre, como Sendero Luminoso, en estado de aletargamiento, pero están listos a reinstalar su régimen fascista. Con eso no te digo que Humala sea mejor que el APRA, pero ahora les toca a los peruanos elegir entre el diablo y satanás. Por eso lo que yo voy a solicitar al gobierno de la Argentina es que dé facilidades de inmigrar a los peruanos, que son tan trabajadores, tan recios para sufrir y rendir, esa mano de obra hay que aprovecharla, sufre, peruano, sufre, mis descamisados, llorad conmigo. Porque lo triste del Perú es que al final se va a tener que quedar quien no se pueda ir, y eso es triste, ¿no? Me pone triste porque me hace acordar la situación de la Argentina en los setenta, un callejón sin salida, y así está el Perú ahora, y yo pienso, todo por mi culpa, yo tengo la culpa, debí dejar que lo atraparan en vez de entretenerlos a los polis que vinieron a recogerlo esa vez.
CH.S. Cuéntanos, ¿cómo los detuviste? Era un manchón.
P.N. Prefiero no entrar en detalles. Lo único que puedo decir es que actué con convicción y segura de que todos tenemos que poner una cuota de sacrificio. Después de todo, no la pasamos tan mal durante su primer gobierno. Y yo creía que de alguna manera tenía que pagar por eso.
CH.S. Te refieres a ustedes, ustedes fueron los que no la pasaron tan mal.
P.N. Sí, sí, tenés razón. Pido perdón a mis descamisados, ya sé a qué te estás refiriendo, pero ya ves que ahora estoy pagando caro por todo. En ese entonces yo creía en el socialismo, y yo creí que Alan eran el paladín del socialismo, yo en él vi a un Perón, a un Kennedy, me enamoré de él porque se parecía a mi padre, o al hombre que me hubiera gustado que fuera mi padre, todo idealista, todo mandón, todo jefazo, pero ya ves que no, en vez de ser el adalid del viejo socialismo, lo fue más bien del vandalismo. Noches enteras no he podido dormir por los cargos de conciencia, todo este martirio sólo lo he compartido una vez bajo confesión. Pero YA no me importa que se sepa, si supieras la cantidad de dólares que se fue depositando en mi cuenta en Bahamas, yo no sabía, o mejor dicho, no quería darme cuenta. De todo el negocio de los dólares MUC a mí me cayó un porcentajito, pensé al principio, un inocente porcentajito, total, pero al final se acumularon sumas. Pero hoy, yo siempre con la frente en alto. Si me preguntan: ¿tú has robado? Yo digo, con el dolor de mi alma, sí, he robado, lo siento mucho. Pero lo que no puedo comprender es la psicología y mentalidad de Alan, que le preguntan: ¿tú has robado? Y él dice, no, como si nada. ¿Tú eres loco? No, como si nada. ¿Tienes delirios de grandeza? No. ¿Tú fuiste el montalbán del Patriarca? No. Pero no es cierto. Y lo dice todo así sin que le parpadeen los ojos. Pinocho por lo menos se arrepentía cuando le empezaba a crecer la nariz, pero este mariconazo, nada, firme en la mentira hasta el final. Cuando muera o lo maten de una vez por todas a ese desgraciado, debiera estar un epitafio: EL MENTIROSO DE LA NACION. Hay que meterlo en el Guiness, es de película, creo que debió mejor ser actor, hubiera arrasado más que Antonio Banderas, le hubieran salido los papeles de lo más natural. Yo creo que el Perú entero se tiene que preguntar seriamente por qué una gran parte de la población puede identificarse llanamente con la mentira. Que hayan votado por Ollanta, se entiende quizás, la ignorancia, la frustración, los odios y rencores que viven escondidos en los corazones de muchos peruanos. Pero que hayan votado por un notorio h…. y cabrazo encima, no lo puedo comprender.
CH.S. Es algo serio lo que tú estás afirmando. A ti te consta?
P.N. Mira, primero pensé que mi marido era ninfómano, vos sabés, él veía una modelo o una belleza peregrina, una chica de aldea, así fuera menor de 15 años. Y les decía a sus hombres: ésa. Y sus hombres se la traían. “Aquí tiene el culito, Sr. Presidente.” Humillante, en verdad. Y antidemocrático, tiránico, inhumano, pero a eso están acostumbrados los peruanos. Los congresistas mantienen burdeles enteros, siempre ha sido así. La verdad es que mi marido al tan denostado Toledo no le llega ni a los tobillos, y esto que Toledo con todo es bien bajo. Yo se lo digo porque en Palacio de Gobierno había una alcoba a la que yo, como Primera Dama, no tenía acceso. Era su cuarto privado de recreación. Allí se almorzó a toda una retahíla de muchachas, luego las despedía así con un sobre conteniendo mil dólares y chau. Primero me molesté con él, y él siempre me lo desmintió con su cara de decir la verdad, y yo le creía. Pero hay fotos, hay toda una serie de pruebas dentro del Partido.
CH.S. ¿Y por qué no las sacan? Esa sería la oportunidad para que entren nuevos cuadros, gente joven, la JAP.
P.N. La JAP no funciona, son todos unos carneros. ¿Vós que creés cómo funciona el partido? ¿Vos te habés preguntado por qué no lo sacaron a Alan de la candidatura cuando el porcentaje estaba bien bajo? ¿Fue porque no tuvieron cojones, o por qué fue? En el Partido, todos se saben las de todos. Todos guardan pruebas contra todos, y Alan, me lo dijo una noche que estaba bien coqueadazo, y se había cruzado porque se le dio coquearse cuando estaba con su cura de litio, y me dijo: estos idiotas, de todos tengo un acta. Hay dentro del Partido un grupo de compañeros, fieles a Alan, que guardan pruebas no de quién robó y quién no robó durante el primer gobierno, cagate de risa, sino de cuánto robó. Es decir, con todo, Alan los tiene a todos en sus manos. Por eso le tienen tanto miedo, pero en realidad son lo que se dice unos carneros. El día que cante Alan, allí se cae medio Perú, así de tan podrido está, Ejército incluido. Ni el Cardenal se salva, otra loca perdida.
CH.S. ¿Estás afirmando que Alan García se coquea?
P.N.: Sí, el boludo de Alan es adicto consumidor de cocaína desde la Constituyente. Pero eso no es una acusación. Es una verdad que la lleva en el pelo y en las uñas. Pero aquí sí quisiera defenderlo, en aras de la verdad, a pesar de que no lo merece: el político que esté libre de polvo y paja, que le tire la primera piedra. Vas a ver que nadie va a exigir nada, porque todos tienen el seso quemado y la ñata medio rota de tanto tiro, de tanto ponerse durazos.
CH.S. Cuéntanos algo del exilio.
P.S. ¿Qué te voy a contar? Cuando estuvimos en París, Alan no sólo extrañaba sus escapaditas y el servicial apego de los empleados en la casa, mismo Perú, sino su dulce coquita. Una noche en París le tuvo que mendigar a un díler un paco por algo así aproximadamente 20 dólares, y regresó bien alterado. “A mí, a mí, al rey de la coca, al verdadero Padrino.” Sí, pensar que el Perú medio que le perteneció, lo hizo volver, a pesar de todos los riesgos. Por eso, por su nostalgia de la coca, tuvimos que volver. Fue la primera vez que tuve ganas de sublevarme contra su tiranía, pero no lo hice por amor a mis hijos, que desgraciadamente también son sus hijos.
CH.S. Yo creo que el hecho de que tu marido sea un embustero o se coquee no puede afectarle demasiado en la popularidad. Esas cosas a los peruanos les da igual. Pero lo que tú dices, que Alan sea maricón, eso si sepultaría al Apra para siempre.
P.S. Ojalá Dios te oyera y acabase ese mal de ratas de una vez por todas. Pero no será así, por desgracia. El APRA es como el SIDA, un virus que muta y luego mata. Y una vez que te dio, ni aunque te corten la pichula, con perdón. Pero ojo, que yo no he dicho que mi marido sea homosexual, que bien tiene pruebas de que puede procrear, lo que digo es que él patea con las dos piernas.
CH.S. ¿Y desde cuándo lo sabes ?
P.S. Una vez que estuve en Palacio fui a buscarlo, y como no estaba en su despacho – casi nunca atendía su despacho - me dirigí al Cuarto Secreto, y allí lo vi desde el ojo de la cerradura, con un tipo pelado, que después supe era Luis Alva Castro. Eso fue en 1985 todavía. Lo que te digo, me da una vergüenza tremenda, es que Alan en vez de supositorios lo que se suele meter a veces es pastillas de jabón. De eso hay que comprar docenas. En la casa él es el que se termina con los jabones. Yo he pensado que debe tener su explicación froiliana (?), como que si quisiera limpiarse interiormente toda la mugre que es.
CH.S. ¿Tienes pruebas de lo que estás afirmando?
P.S. Que diga a la opinión pública bajo juramento que no le gusta hacer favores a los hombres, ni que le gusta que se los hagan. Que diga que nunca lo ha hecho. Su vida está basada en una mentira, en una fachada, en una mentira vital. El y su partido lo único que quieren es llegar al poder para repartirse el pastel, el trabajo de los peruanos en los últimos años. Por mí, que siendo argentina me siento bien peruana, que se quede gobernando Toledo, porque ahora sí te digo, con toda su chatez y torpeza, se le va a extrañar. Alan todo lo que dice, no le creas. Si dice que no va a estatizar la banca, es porque lo piensa hacer. Lo único que es cierto en todos sus discurseos, es que va a reducir el servicio de la deuda externa. Pero no para ahorrar, sino para comer. El sabe que una nación halla su expresión en la forma en que se manejan sus relaciones internacionales, y por eso va a torpedear por allí al Perú.
CH.S. Así como lo describes, Alan es enemigo público número uno.
P.N. No, es el enemigo público número dos. El enemigo público número uno es la misma burguesía peruana, la pituquería limeña, que mejor ya se vayan olvidando de su rico cebichito, sus ricas playas bikini, sus clubes, su pisco sour, su papa rellena y sus empleadas baratas, toda esa estabilidad que trajo Toledo, pues se va al tacho. La rica vida se acabó, las épocas feudales terminaron. Y sólo por una razón: por su superficialidad, por su incapacidad de comprometerse en un proyecto nacional, por su falta de visión. La gente dice que Lourdes es de derecha. Mentira, es la única política correcta. Pero lo que la jode a Lourdes es su gente, la clase que se considera alta. Porque el pueblo, el descamisado, el misio, el achorado, el chichesco del Agustino, por quien vota no es por una persona, sino contra las injusticias que se le han propinado, contra el desprecio, contra el abandono, contra el racismo, contra la exclusión social. Ya era hora que una mujer gobierne el Perú, la patria del machismo, pero como te digo, a Lourdes la jodió Miraflores. Y ahora empiezan a temblar todos, y con justa razón. Con Alan o con Humala, se revitaliza Sendero…
CH.S. O sea, tú hubieras apoyado a Lourdes.
P.N. En nuestra familia, sólo dos votaron por Alan. Hasta Jorge del Castillo creo que ha votado por Lourdes, esa alma de Dios que es Jorge, el Apra no lo merece. Pero estos años han sido desconcertantes, todo ha pasado tan rápido. Y lo único malo de Toledo es que no ha mirado mucho al pasado, no ha hecho investigar corrupción ni apro-fujimontesinismo, en parte para no perjudicar a gente amiga dentro de la judíada, que siempre hace plata, los judíos por plata se casan con todos. Si hubieran hecho limpieza, una purga legal con todas las de la ley, tanto Alan como el loco de Humala hubieran sido desechados. Pero no se hizo. Y por esa omisión el pueblo va a pagar lo que se dice los platos rotos.
CH.S. A pesar de ese déficit que mencionas, ¿cómo ves la gestión del Cholo?
P.N. Mirá, el Perú ha crecido económicamente. Mejor dicho, sus gastos crecen, la movilidad aumenta y la circulación de bienes y servicios está tomando impulsos importantes. Pero esto no es síntoma ni garantía de permanencia. Es más, puede ser un efecto inflado y de bonanza ficticia, porque los peruanos deben saber que un crecimiento al ritmo promedio de la economía mundial, no es suficiente. El caso de la Argentina ha mostrado que la economía de un país puede ser juzgada según el flujo de capitales, pero la bonanza económica va más allá de una serie de transacciones realizadas por un club excluyente. La bonanza implica la capacidad real de los ciudadanos de un país de realizar un gasto, concretar una inversión, iniciar un proyecto, ahorrar. Dicho de otra manera: el Perú estaría en buen camino si el espíritu emprendedor se multiplicara en optimismo a lo largo de todos los distintos estratos de la sociedad. Si no emprendemos, nos quedamos. Pero tú ves que esa situación es inflada, porque la gente ahora tiene miedo. Una bonanza real implica confianza, pero ahora la gente tiene miedo.
CH.S. Pero eso es aplicar el liberalismo económico.
P.N. Pero mujer, vos sós lenta? Esta quedadez es lo que nos frena. Es urgente, en medio de este desconcierto, fortalecernos, porque sólo así fortaleceremos al Perú, y en medio de esa fuerza podremos sustentar el orden legal, crear una sociedad abierta, suprimir los conciliábulos y las mafias, los contrabandos, los negociados, los monopolios, los clubes, los tejemanejes en puertos y aeropuertos y en fronteras. Fortalecer al Perú significa construir, capacitar, ayudar, implementar, arriesgar, sembrar. Pero eso ni el Apra ni nadie lo piensa hacer. Tanto para el uno como para el otro se trata de debilitar las instituciones para debilitar la democracia, para poder dominar mejor a la gente, para controlarlo todo en régimen búfalo-fascista. Es lo mismo que pasa desde la Colonia. El Perú no es un república, sino un estado plenamente colonial. Es colonia del capital y de los socios del capital.
CH. S. Es probable que el gobierno de la Chacana, a pesar de su carácter circense, haya tomado ciertas decisiones enrumbadoras.
P.N. Puede ser, pero más allá del gobierno de turno, cuya presencia es circunstancial y muchas veces perniciosa, lo que requiere el Perú para progresar es un cambio radical de mentalidad, un alejamiento del provincialismo suficientista, y el abandono del pensamiento paternalista, tan difundido entre nos, para darte un ejemplo: el descamisado, el compañero, es paternalista: espera que los otros le hagan, que le ayuden, que le financien. No pues. Es necesario comprender que estamos obligados a tener éxito para poder sobrevivir – pero para tener éxito sobre todo es importante querer tenerlo. No sabemos crearnos ambiciones y nuestra economía marcha a la deriva internacionalmente, cuando bien debemos aspirar a crecer no sólo 3 o 4% anualmente, sino 10, 15, 20% ¿Por qué no? Estamos mentalizados dogmáticamente en una resignación pura que nos enseña que el Perú siempre será un país pobre, que nunca vamos a pagar las deudas que los ricos y las malas administraciones han hecho. Quienes saben hacer negocios, saben de la gran potencialidad del Perú, si no, ya se habrían marchado hace tiempo. Y ese know-how empresarial no es asunto de academias de administración, porque el problema no es que nos falten administradores, sino que nos faltan empresarios, es decir: gente con empuje, con voluntad de ensuciarse las manos y de sudar la camisa, de crear algo nuevo verdaderamente, de dar chamba a una o dos familias. El Perú no necesita gente que se conforma con administrar lo del patrón con tal de disponer de automóvil, secretaria, escritorio y vacaciones; el Perú necesita gentes con voluntad de ser propietarios, pero no a costa del trabajo ajeno, de la herencia de la esposa o de la tajada envenenada de los chinos, sino a fuerza de ser ellos mismos y de firmar con su nombre a mucha honra, con el brillo de la mirada proba y el orgullo de tener la chompa limpia.
CH.S. Pero por ejemplo Alan no tiene la chompa limpia.
P.N. En cosas de honradez, Alan no tiene chompa. Pero sin exagerar, si empezáramos a contar las fortunas del Perú, que no son muchas, e iluminamos los tejemanejes, las telas de araña y las cosas nuestras, uy, qué saldría allí.
CH.S. Podemos interpretar tus declaraciones como tu emancipación política del Apra ?
P.N. Yo siempre he sido emancipada. Lo que pasa que como te dije he sido una boluda, jugando a ser la típica madre suramericana, entregada, ternurienta, full cariño, lo que se dice coj….. No, éso se acabó. Hay que tomarse un ejemplo de las madres coraje del Perú.
CH.S. Si te proyectaras políticamente, cuál sería tu mensaje?
Eso ya es pensar en la ternera sin tener la vaca, como dice el gaucho. Yo creo que hay que darnos cuenta que las naciones o estratos sociales que se conforman meramente con sobrevivir están desprotegidas y expuestas al exterminio, condenadas a aportar mano de obra baratísima, que nadie aprecia, o que en todo caso queda siempre de lado al competir con profesionales o trabajadores calificados. Pero no es la calificación el problema de la economía del Perú, ya que en efecto, el nivel de subempleo de profesionales es alarmante. Los que pueden, se marchan; los que se resignan, se echan al abandono y rumian su frustración y se emborrachan - y financian de paso la buena vida de la gerencia de la BACKUS. Esto nos indica que el problema es estructural, no personal. Los gobiernos no posibilitan sino obstruyen. Es decir: los gobiernos que no crean alternativas de progreso a su población, que no crean posibilidades justas, destruyen la base de la supervivencia nacional. Los fracasos del actual gobierno se deben a una cosa: que hay más aficionados que profesionales en las posiciones de mando, y ello es un escándalo absoluto: en el fútbol no vas a meter a un club de tercera a jugar en primera división, no? Pues, es lo contrario en política. Esta situación es lo que nos distingue de los países que están en marcha de progreso. Tenemos ingenieros y catedráticos que hacen taxi, y taxistas encargados de construir puentes fantasmas. En un ambiente de administración chicha, en semejante Babel y tan divertida Gomorra, ni diez Kuchinsquis podrían salvar al Perú.
CH.S. Eso me hace acordar al discurso de Vargas Llosa en su campaña el 90. Simpatizas con el neoliberalismo?
P.N. Mirá, qué bueno que me lo preguntás, porque me sirve para aclararte una cosa. Precisamente ésa es la tara mental de los peruanos: que cuando se habla de progreso, de mercado, de orden legal y de una apertura de la sociedad, se piensa automáticamente: ah, liberalismo, o neoliberalismo económico. Mira, soy suficientemente inteligente y he acompañado muchos años a un demagogo profesional para no notar la diferencia. De eso viven los políticos. De la categorización derecha, izquierda, adelante, detrás, un dos tres.
CH. S. Y qué piensas de la globalización ?
P.N. Mirá, es necesario comprender sin lamentaciones que la globalización actual es puro darwinismo, y que la divisa de la política internacional es: intégrate o muere. En realidad, no importa qué gobierno esté a la cabeza del Estado porque una nación laboriosa es capaz de desarmar los esfuerzos desmanteladores de cualquier gobierno inepto, sea éste populista, entreguista, traficante, hambreador, monopolizante o contrabandista. Ya te he dicho que el gobierno es una circunstancia. Lo esencial es el pueblo, su capacidad y su talento, sus ganas de vivir, de triunfar y de ser felices. Pero existe en la estructura mental y mediática del peruano una especie de fatalismo político, una depresión estructural, una sensación de haber perdido, de no poderle ganar nunca al Brasil o a la Argentina. Es decir, los peruanos pisan el campo de la historia universal con ánimo de victimados, con ímpetu de perdedores, de estafados, de esquilmados, de ignorantes, de pobrecitos y con justicia son victimados, pierden, les estafan y les esquilman. Mentalmente, el peruano programa el éxito – o el fracaso. Lo que hace sentir su falta en el Perú es la columna vertebral de toda nación: la voluntad, el coraje y el sacrificio verdadero. Lo que sí sobra es el deseo de gastar, la voluntad de descanso, la comodidad, la búsqueda de prebendas, el escamoteo, en resolución: el dinero fácil y la vaguería. El mecanismo mental es sencillo e infantil prepubertario: gozar de derechos y de privilegios sin percibir los deberes que éstos implican. En otras palabras: mediocridad, zanganismo, pasarse la vida en jatoloco.
CH.S. Es una fuerte crítica a la mentalidad peruana lo que estás haciendo. En qué basas esa crítica ?
P.N. Mira, Perú no es un país sin recursos. Es un país sin ambiciones y sin inteligencia difundida. Lo deplorable es que esa actitud, el tesón de la pura inteligencia creadora, es la excepción. No es que los peruanos sean intelectualmente tontos, sino que la capacidad constructiva y el ingenio generador han sido ahogados por una educación teórica, frontal y directiva. Los profesores en el Perú dictan clase. Es decir : dictan, el alumno reproduce, se le pone una mordaza desde que entra al colegio. No se educa a los chicos al esfuerzo de pensar y repensar, y allí se pierden altas oportunidades. Tú crees que si hubiera habido una educación liberadora, un despertar del espíritu crítico y de los talentos de los chicos, tú crees que tantos jóvenes habrían votado por Alan?
CH.S. No, creo que no.
P.N. La pregunta era más bien retórica, pero no importa. Para volver al tema, lo grave es que no hay espíritus libres donde debiera haberlos: entre los políticos, entre los militares, en las fuerzas del orden, en nuestros estudiantes y maestros. La inteligencia brilla más con sombra maquiavélica, en la argucia, en la patraña, en la intriga, en la estafa, en el despilfarro, en el enriquecimiento ilícito y en la deshonrosa pendejada. Por eso Perú no tiene crédito en el extranjero. Y cuanto más cerca, mayor el descrédito. Por eso este país, merecedor de gente de honra, tiene que mendigar internacionalmente la confianza. Y de ello nadie se puede sustraer: Nosotros hemos hecho de este país infinito una nación de parias.
CH.S. ¿Te ves como ministra de educación?
P.N. No, porque los ministerios los impone el Ejecutivo. Mis ambiciones no son políticas. Yo sólo quiero que los peruanos se dén cuenta de que están jugando irresponsablemente a destruir un país, a ver qué sale, sin plan ni guía. Cuando se nos da por el proteccionismo, favorecemos el compadrazgo; cuando se nos da por el liberalismo, lo aplicamos a medias: liberalismo para los otros, pero para nosotros, el pastel. Ante nuestras medias tintas, nuestros potenciales socios están frente a la alternativa de despreciar tanta mañosería, o de seguir el juego y ganarnos la partida con nuestras propias armas: aquí hasta los gringos se acriollan. Así marchamos, un paso adelante, dos para atrás. Tenemos muchas leyes, un cuerpo legal muy amplio. Tenemos muchos abogados, demasiados Vallerriestras, tantos, que se supondría somos La Meca de la legalidad y la justicia. Pero precisamente, no hay justicia, sólo cárceles para los que roban un pan, pero no para los que roban millones.
CH.S. ¿A qué se debe ese desfase?
P.N. Desgraciadamente no hay una comprensión pública de la justicia y tampoco existe la intención de alcanzarla. Nos distraemos etiquetando la justicia, devaluándola: justicia social, étnica, de género. No. La justicia es algo grande, que se construye con mucho esfuerzo, con voluntad de sacrificio, con la inteligencia puesta en proteger y amar la vida siempre. La ley, hija de la justicia, ha sido en el Perú importada de Francia o de otros lados. Es decir, no ha nacido en medio de nosotros, y por eso no hay la voluntad de considerarla como lo que es. Eso, sumado al racismo y al aislamiento de casta, empeora las cosas, crea odios…
CH.S. Tu discurso es muy fuerte, muy destructivo. ¿Qué propondrías concretamente?
P.N. El presente nos muestra en el escenario político lo que fue la escuela en el pasado. Los que gobiernan en la actualidad nuestro país han experimentado la escuela como institución opresora, culpabilizadora, tenebrosa. Los que a pesar de la inquisición crecieron como espíritus libres, los que se salvaron de aquellas hecatombes escolares, lo hicieron porque tuvieron la compañía inteligente y amorosa de sus padres, o por pura fortaleza moral. Pero los que tuvieron la mala suerte de tener padres A3 (es decir autoritarios, acomplejados y abusivos) asumieron ese modelo y hoy andan sueltos con sus resentimientos, con sus odios, con sus venganzas oprimidas, con sus verdades que se tornan en mentiras y mentiras que se tornan en verdades. Gentes infelices como Alan y la turbamulta aprista nos ha legado la vieja escuela, y esta gente es la que se encarga de difundir esa amargura, el espíritu de la resignación, el alma del oprimido, de la víctima, del que es esclavo de sus impulsos venales. Esas gentes infelices son las que van a emitir su voto, pero que no creen en la democracia porque saben que el cura y el tombo tienen palo o que el director es un tirano, por eso van a votar con el hígado y sale verde. Esas son las personas que aprovechan cualquier ocasión para hacerle sentir al débil su debilidad, y para lisonjear al fuerte o al exitoso, a ver si caen unas rebanaditas. En suma, la escuela vieja ha generado espíritus autoritarios, egoístas, sumamente volubles y altamente susceptibles.
CH.S. Pero los peruanos no son eso que tú dices, la sensibilidad peruana es famosa. Alli tenemos a Vallejo…
P.N. No, lo que tenemos es una generación de sentimentales arraigados, pero sentimentales sin sensibilidad : capaces de llorar ante un vals y de decir pobrecito yo, víctima del mundo, todos están confabulados contra mí. Capaces de autocompasión y de pensamientos románticos y de cantar la flor de la canela, pero incapaces de percibir las necesidades del otro, incapaces de sentir la mínima consideración ni respeto por el otro. El sentimental es un narciso, un egoísta que sólo ve el mundo desde su perspectiva. La escuela ha hecho añicos muchas cosas, pero por suerte la escuela no lo es todo. La formación personal, la búsqueda de la verdad y de lo mejor, son guías indiscutiblemente presentes en cada ser humano y en ellas debemos poner nuestra confianza. Es decir : actuar, pero no por nuestros impulsos, no por nuestros resentimientos, no por nuestros prejuicios, tampoco por nuestra ignorancia. Por eso creo que la labor de la escuela moderna es en alto grado terapéutico. Necesitamos profesores que sean psicólogos.
CH.S. Está probado que un gran porcentaje de los electores nuevos ha votado por Alan, incluso de los sectores de alta extracción social. ¿A qué se debe eso ?
P.N. Si me lo preguntás así de sopetón, es pues por brutos. Pero esa juventud privilegiada, que se da el lujo de jugar con el fuego y de danzar sobre el volcán, es la minoría. Pero la mayoría, la juventud peruana vive en una ambivalencia dialéctica. Por un lado, vive llena de preocupaciones, sedienta de futuro. Por otro lado, tiende a la despreocupación, a ver qué viene el día de mañana, a creer que aprobando las cosas a medias hay garantía de éxito. Y eso lo tiene de la escuela. La escuela imparte asignaturas, pero ignora que su labor consiste en formar gentes, en entusiasmarlas, en hacerlas capaces de hacer cosas. Los chicos no son tontos. Son una tabla rasa, son dóciles y van a la escuela con ganas de aprender. Y cuando el maestro o la maestra los fascina, aprenden como esponjas absorbiendo el agua. La curiosidad natural de los niños es el capital real de toda nación. No explotarlo es enterrar la mina más importante en su territorio. Los chicos no son tontos. Son atontados. Oprimidos por profesores sabelotodos y controladores, gobernados por sujetos asfixiantes. Y dice el maestro : hoy tengo que dictar clases, o ayer dicté clases. Chicos que son reducidos a labores receptivas serán de adultos ovejas. No sólo ovejas : ovejas fáciles de trasquilar. Chicos que copian lo que el profesor dicta, serán incapaces de ejercer la democracia. Porque si el profesor lo sabe todo, ¿para qué aprender por cuenta propia? Si el político gobierna, ¿para qué cuestionar y preocuparse? Es así como vuelvo al punto de partida: la juventud es lo más sano que tiene la nación. Lo que la corrompe es la escuela. Porque la familia forma la mentalidad de los niños, y en su defecto (es decir en el mayor de los casos), la escuela.
CH. S. Entonces criticas labores como las del SUTEP ?
P.N. Creo que dos cosas merecen más atención por parte de las autoridades ministeriales que las planillas: el carácter ideológico y el perfil psicológico de los profesores. Porque la educación de un niño no se le puede encargar a cualquiera. Si fuera así, mejor sería dejar al chico a la aventura de la calle, de alguna manera sobrevivirá. No. El Estado peruano no es vigilante de su profesorado. No basta con mirar las calificaciones – que pueden ser fraguadas en Azángaro. Hay que preguntar y evaluar como un gerente: ¿En qué cree esa gente? ¿Es gente creadora, optimista, amante de la vida? ¿O son tipos amargados, pesimistas, opresores? ¿Es gente feliz o son pedófilos? Y sobre todo el Estado tiene que saber como cosa averiguada qué convicciones motivan al candidato a solicitar una plaza de profesor: ¿quiere perfilarse, poder manejar a jóvenes, inculcarles su nueva religión o su doctrina de odio? Por eso, porque el profesorado peruano es poco profesionalizado, porque nadie quiere ir a la Sierra, por eso tuvo y tiene tanto éxito Sendero Luminoso. Están infiltrados en todas partes. Algo sí ha crecido en el gobierno de Toledo : la delincuencia común y la insurgencia terrorista.
CH.S. Pero eso significaría controlar más.
Ese control ejercido por el Estado es una decisión de inteligencia que emana de su responsabilidad por las generaciones más jóvenes. No se puede encargar a cualquiera la dirección de un grupo de alumnos, mucho menos la dirección de un colegio. Acá no se trata de controlar y vigilar las actividades de los ciudadanos. Acá se trata de que el Estado peruano evalúe concienzudamente si no hay en su estructura elementos que trabajan en aras de la desintegración nacional, o que predican el odio y la muerte. Creo que lo que debemos darle a la generación más joven es la posibilidad de ser feliz, o de ser más felices que nosotros – o que sean menos boludos y acojudados, que no tengan prejuicios como nosotros. Que vivan en un ambiente de paz y de respeto mutuo, que puedan perseguir sus ideales, concretar sus proyectos, gozar de los frutos de su trabajo. Tenemos que saber que lo merecen y ser generosos con ellos, y no vivir con la mirada torva, envidiándoles la juventud y las oportunidades. La generación mayor tiene que aprender a soltar a los muchachos y dejarlos seguir su camino, porque hace mal y es destructivo darles como herencia el pesimismo, el odio, las dudas. Mejor no dejarles nada. Los peruanos tienen que allanar el rumbo de las generaciones siguientes, y no sembrar con piedras su camino.
CH.S. Pero ése es un deber de la familia, no de la política.
P.N. La escuela inapelable es la familia. Porque el amor nace de la familia y la familia nace del amor y sin él muere. En la familia encuentran los pequeños el modelo de conducta y de vida que los acompañará siempre, por eso puedo decir que por culpa de mi marido, mi familia es un desastre. Sin modelo – o lo que es peor, con un modelo dudoso -, la desorientación y el derrotismo están programados. Un padre que golpea u ofende a sus hijos ignora la profundidad del daño que causa, la inseguridad que desencadena, sin hablar del resentimiento y la bravuconería que genera. Este es uno de los mayores problemas del Perú, porque la violencia paternal imposibilita, deja lisiados mentales y convence a los muchachos de que no valen nada. Porque ser padre no significa engendrar hijos o diseminar su sangre siguiendo un instinto conejil. Ser padre va más allá de heredar los rasgos o legar bienes y acciones. Ser padre es ser modelo, transportar un ideal de vida, comunicar una tradición, inculcar principios de conducta, de verdad y de justicia. Quien no aprende fair.play con su padre, no lo aprende nunca.
CH.S. Entonces hay que construir más escuelas ?
P.N. El problema no se soluciona únicamente construyendo más escuelas. Hay que partir de la política familiar. Hay que someter el sistema educativo a una auditoría estructural, y el Estado debe estar dispuesto a reconocer los méritos de su profesorado y retribuirlo justamente. He tratado de esbozar con claridad la importancia vital de la educación y de la familia en la constitución de personalidades autónomas, que son la base del progreso de una nación. Si la política peruana no asume su responsabilidad en esta materia, es improbable que la próxima generación sea capaz de manejar el país. En su lugar, lo harán los verdaderamente capaces.
CH.S. Uno de los problemas de todo gobierno es el déficit fiscal. Si hay que atender a los frentes internos, en educación y seguridad ciudadana, por ejemplo, el problema es de dónde se sacan los fondos.
P.N. El APRA no va a pagar el servicio de la deuda externa. Alan lo dice como in chiquillo malcriado, y eso les gusta a los peruanos, sufre peruano sufre, pero esos fondos no se van a ir a financiar programas sociales ni a reactivar la agricultura, ni a financiar nuevas formas de energía – por ejemplo los desiertos de la costa son amplia reserva energética -, no, se van a ir en alimentar un aparato partidario. Todas las omisiones de la burguesía peruana en los últimos quince años – desde 1990 -, vuelven como un bumerán, y les devuelve el viejo problema, empaquetadito, de Alan García. La clase alta en Sudamérica se ha dejado aislar demasiado de la realidad. Su ceguera, su indiferente prepotencia, su desvinculación con la sociedad que dice administrar, todo eso recae sobre ella misma. Por eso la gente aceptará cualquier fanatismo radical, cualquier promesa demagógica. Viven en el infierno y el purgatorio sería, para ellos, el más utópico de los paraísos. Esa es mi explicación de los resultados electorales.
CH.S. ¿Ollanta o Alan?
P.N. En primer lugar, el pueblo debe exigir qué aclaren quiénes los financian, respectivamente. Para mí, voto en blanco y que se convoque a nuevas elecciones. Si uno de los dos gana, el Perú ya fue.
Comentarios
1. Honrarás a tu padre protomacho, venerarás la huasamandrapa que te engendró y te humillarás a mí como un cordero ante el palo. (Tengo unos caramelitos que te gustarán)
2. Lo más importante es el don de temor a tu padre. Tú bien sabes: nunca supera el hijo al padre que es notable. (Saludos a Alvarito)
3. Aunque seas un mediocre y no dés pie con bola, sé mediocre con estilo. No olvides que en Lima todo es apariencia y el que no aparenta, no es. Y el que no es, ya fue.
4. Nunca me vengas a pedir plata, huevonazo. Allá que te mantenga la cojuda de tu vieja. Si quieres chupar y que otro te pague la cuenta, acude a ella. Pero eso sí, hazlo bajo la treta del amor filial. Dile que la quieres y toda esa vaina, aunque sea mentira. Allí no hay pierde, porque aunque tenga que ir de puta para pagarte las chelas, irá. Yo la conozco.
5. Si después de haberla sorbido por completo a tu vieja sigues necesitando plata, anda donde Jorge del Castillo, que paga 100 cocos para que le chupen el manicito. (Chamba fácil, en 30 segundos acabas.)
6. Consíguete una mujer devota como tu madre. Que se agache ante mis concubinas y diga, sí, padrazo, frente a la televisión. Después, de todo, yo fui el que la hizo gritar y le dio por culo, ché.
7. No seas borracho. No vaya a ser que se te salga la loca perdida que eres. Y allí sí que te corto los huevos por tenerlos de adorno, socojudo.
8. Si tienes deudas, cásate con una mujer que, como tu madre, pueda pagarte los caprichos. Y si no quiere casarse la muy zorra – hazle un hijo. (Y pobre de ti que no se parezca a mí, so con…)
9. Y si no puedes hacerle un hijo, mándate a mudar con sus ahorros. Está de moda.
10. Si quieres viajar, di que es un viaje de estudios o un viaje de negocios. Mastercard paga.
11. Si eres bruto, no eres mi hijo.
12. Pero bueno, dado el caso de que seas mi hijo y seas bruto, es decir intelectualmente un cero a la izquierda, abre una ONG. Los gringos pagan.
13. Ahora, si hasta para eso eres flojo e incapaz, anda mátate, que nadie te extrañará. Pero eso sí: mátate bien. Si quedas paralítico o socojudo, ahí no má caleta te doy vuelta.
14. En cualquier situación grave de tu vida, mete floro, chamulla no más. A la gente le gusta que la chamullees. Pero eso sí, si se trata de una prueba oral, anda forrado de verdes, porque si no, te jodiste.
15. Aplica la mermelada para salir de apuros. Pero mejor que todo eso: alcanza una posición donde te mermeleen. En todo caso: métete de tombo o de numerario y ya está.
16. Trata mal a las mujeres, para que te sigan. No seas cojudo de enamorarte ni de llorar por una chucha que te dejó.
17. Me explico: Que tu norma de vida nunca olvide que las mujeres sólo quieren pinga. Y algo más: Una mujer peruana, por pinga mata.
18. Amor de lejos, amor de pendejos. Así que desahuévate y si estás solo, tírate al gato o córrete la paja. La paja nunca engaña.
19. Cuidado con salir loca. Te desheredo. O mejor: me cambio de nombre, no te conozco, cabro apestoso. (Ay, síiiii!)
20. Si no estás en apuros y la vida te lo permite: no te cases. El matrimonio es la institución que al final de tu vida te hace quedar como un cojudo ante las cinco queridas reclamonas y los muchos bastardos que te dicen papá.
21. Pero bueno, si tienes que casarte, búscate una mujer con fortuna o con chamba. Para que te mantenga y corra con los gastos de tu casa y tu familia (padre y madre y abuelos). Y no te rías, que las hay. Vivan las peruanas, tetaloca curuju!
22. Un buen padre engendra dos hijos por año. Así que sigue mi consejo y comienza de una vez. Y si te aumentan los cachorros, véndelos. Hay mucha gente que necesita transplante de órganos. O si no, mételos de calichines al Atlético Chalaco.
23. Algo muy importante: si tienes hijas, iniciálas tú en los juegos del amor. No es dable que un extraño les rompa la chuchita. Si son feítas, que por lo menos sean buenas pal cache.
24. Si no eres borrachín, sé futbolero. Algún defecto se tiene que tener. O en todo caso: métele a la rica pichicata. (Pídele no más a tu padrino.)
25. Por último: Si te gustan los hombres, hazte cura. Míralo no más al satanás de Cipriani, que en diez años ha hecho del Opus la jaula de las locas. Ay, síiii!.
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